miércoles, 19 de diciembre de 2012

"La anorexia no es un capricho"



"La anorexia no es un capricho"

 

Una familia zaragozana relata las vivencias por las que pasaron por la enfermedad de uno de sus hijos De la mano de Arbada, ahora ayudan a otros a sobrevivir a este "infierno"

"Mide 1,83, pero llegó a pesar 49 kilos. Era un esqueleto con piel. Tenía el vientre hacia adentro y nos pedía que le lleváramos al hospital a que le operaran, porque distorsionaba la realidad hasta verse gordo. No bebía ni agua". Luis y Rosa explican con crudeza el lado más visible del "infierno" por el que ha pasado esta familia zaragozana durante los últimos ocho años. Especialmente el menor de sus dos hijos, enfermo de una anorexia.

La parte que no se ve se hace más difícil de contar. A ello ayuda el apoyo que recibieron en Arbada, la Asociación Aragonesa de Familiares de Enfermos con Trastornos de la Conducta Alimentaria, que cumple ahora 15 años. Pese a que aseguran que "nunca decimos que nuestro hijo está curado", ver que el joven lleva ya una vida "absolutamente normal" permite que ahora sean ellos los que relatan su experiencia a otras familias que viven un trance así. Les transmiten que la anorexia "es una enfermedad mental grave, no un capricho, y que no es culpa suya".

Todo empezó con un problema --"un pequeño acto de vandalismo"-- en el colegio. "Lo tenemos clarísimo", dicen. Los estudios demuestran que los trastornos alimentarios obedecen a varios factores, entre ellos el genético. Pero siempre hay un desencadenante. En su caso, fue un suceso aparentemente menor en la escuela. El joven, cuyo nombre prefieren omitir sus padres, no lo encajó bien. "Comenzó a hacer el tonto con la comida y, cuando estaba en la mesa, se marchaba dos o tres veces al baño", afirma Luis. "Sospechamos e imaginábamos por dónde podían ir los tiros, pero no se nos aclaraba nada", señala este padre, que añade que "un día, por casualidad, dimos con Arbada y se nos abrió el cielo".


Un proceso gradual

Pero fue un proceso gradual. El hijo de Luis y Rosa acabó mostrándose "colaborador" tres años después de los primeros síntomas, tras cambiar de colegio y recibir ya tratamiento psiquiátrico. Con la ayuda de los profesionales del Hospital Clínico de Zaragoza, en donde se halla la unidad infantil para este tipo de trastornos, dejó de pensar que "se iba a morir" y, hablándolo con él, se hizo "consciente" de que tenía un problema y que se podía atajar. "En ese momento, el niño descansó", señala Luis.

Siguiendo las pautas de los médicos y tomando una medicación que aún no ha abandonado del todo, ese niño es hoy un joven a punto de entrar en el mercado laboral. "Ha crecido como persona y nosotros también", argumenta Luis, que insiste ahora que "hay muchas familias en la misma situación que necesita nuestra ayuda". Según las estadísticas, entre el 4 y el 6% de la población.

1 comentario:

  1. ...traigo
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    la
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    desde mis
    HORAS ROTAS
    Y AULA DE PAZ


    COMPARTIENDO ILUSION
    MARTA

    CON saludos de la luna al
    reflejarse en el mar de la
    poesía...




    ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE
    MASTER AND COMMANDER, LEYENDAS DE PASIÓN, BAILANDO CON LOBOS,
    THE ARTIST, TITANIC SIÉNTEME DE CRIADAS Y SEÑORAS,
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    PULP FICTION, ESTALLIDO MAMMA MIA, JEAN EYRE, TOQUE DE CANELA Y
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    José
    Ramón...

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